J. M. NIEVES. MADRID.
Si hay algo de lo que Apple siempre ha presumido es del escaso número de virus informáticos y ataques piratas que sufren sus ordenadores Macintosh. Un número ridículo, si se compara con los que afectan, desde siempre, a los equipos con sistemas operativos de Microsoft. Algo lógico, por otra parte, y que responde en gran medida al simple hecho de que el 95 por ciento de los ordenadores personales del mundo funcionan bajo Windows, y los piratas, en sus correrías tecnológicas, buscan obtener efectos visibles y masivos, algo que no conseguirían atacando a los usuarios de la minoritaria Apple.
Esta «impunidad», sin embargo, podría terminar gracias al éxito del último dispositivo de la marca de la manzana, el ya popularísimo iPhone, lanzado al mercado norteamericano hace apenas un mes y que, por un motivo o por otro, no deja un solo día de aparecer en los medios de comunicación. Uno de los últimos titulares fue el relativo al «patinazo» de sus ventas iniciales, por debajo de las previsiones. Y ahora, el descubrimiento, por parte de una consultora independiente de seguridad informática
(ISE, Internet Security Evaluators), de una vulnerabilidad que dejaría al goloso dispositivo (que no es otra cosa más que un ordenador en miniatura) a la merced de los piratas informáticos, que podrían hacerse con el control del aparato aprovechando un «agujero» en el navegador de internet «Safari». Según ISE, los piratas podrían controlar cualquier iPhone a través de una simple conexión WiFi o de páginas de internet que contengan algún tipo de código malicioso. El problema, que fue notificado a la empresa que dirige Steve Jobs el 17 de julio, se puede solucionar con un simple parche (algo a lo que los usuarios de Mac no están acostumbrados).
Control total
En una evaluación publicada en internet, el analista de ISE Charles Miller señaló que «existen serios problemas con el diseño y la aplicación de seguridad del iPhone. El más importante es que todos los procesos importantes se ejecutan gracias a privilegios administrativos».
Según ha declarado el propio Miller a «The New York Times», una vez detectado el problema, un pirata informático puede hacerse fácilmente con el control total del dispositivo, acceder a toda la información en él almacenada (desde mensajes a direcciones, teléfonos y documentos de texto) e incluso sería posible «obligar» al teléfono a realizar llamadas. El experto ha anunciado, además, que dará a conocer todos los detalles técnicos el próximo mes de agosto.